El problema del acoso escolar continúa siendo una realidad extendida en España, aunque se percibe que, con el trabajo de todos los agentes sociales y partes implicadas, poco a poco se va acotando.
Así, los resultados de las encuestas realizadas a alumnos y profesores de centros escolares que han participado en los programas de prevención del bullying, realizados por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR en 2017, indican que todavía la tercera parte de los alumnos afirman que en su clase existen situaciones de acoso escolar. No obstante, en la misma encuesta llevada a cabo en 2016 el 50% de los jóvenes consultados manifestaba la existencia de casos.
Este nuevo estudio se ha realizado en el marco del programa de acción contra el acoso escolar puesto en marcha en 2015 por ambas entidades y que incluye, además de las iniciativas de prevención en centros escolares, campañas de concienciación en las redes sociales entre los más jóvenes y la realización de estudios para conocer mejor la naturaleza y dimensión de este problema social, para así poder implementar medidas más eficaces para paliarlo.
Las conclusiones de este informe se han extraído del análisis de una muestra de más de 2.600 encuestas realizadas a alumnos de 6º de primaria, 1º de la ESO y 2º de la ESO pertenecientes a centros escolares públicos y concertados del centro peninsular, así como a un centenar de profesores de los mismos colegios e institutos, y revelan una mayor sensibilización del problema por parte de los niños y adolescentes.
Los profesores que también han sido encuestados consideran que los talleres de concienciación y las charlas de especialistas son las intervenciones más efectivas en los centros educativos para luchar contra el bullying.
La mayoría de los docentess encuestados coincidieron al señalar que los complejos, los problemas de inseguridad, la baja autoestima o el miedo al rechazo son las características principales del acosador, seguidas de la agresividad y el sentimiento de superioridad. Además, más de la mitad de los profesores entrevistados destacaron la visión que tienen los jóvenes de la violencia como algo normalizado en la vida cotidiana, como otro de los aspectos decisivos para que se produzca el acoso escolar.
Las encuestas entre los alumnos también indican un aumento en el número de casos en los que el acoso se produce en grupo (el 66,7% en 2017 frente al 55% del año anterior).
En cuanto a su percepción, aumentan los alumnos que ven el acoso escolar como un tipo de maltrato (97,7%) y disminuye el número de los que lo consideran una broma o algo normal que ocurre entre compañeros (1,6% en 2017 frente a 5,4% en 206). El estudio también indica que, siempre según los propios estudiantes, las niñas se ven más afectadas por el bullying que los niños.
Frente a estas cifras, crece el número de chicos que ven en la unión entre compañeros la medida más efectiva para frenar el acoso escolar cuando ya ha comenzado a producirse (80,3% en 2017 frente a 65,7% en 2016) en comparación con otras alternativas como pedirle ayuda directamente al profesor, que disminuye del 77% al 73%.
La mayoría de alumnos, un 62%, piensa que los acosadores actúan por creerse mejores que sus compañeros y, en segundo lugar, que solo lo hacen para divertirse. Destacan como principales causas del acoso la forma de ser de las víctimas y su aspecto físico, en más del 50% de los casos. Un 20% afirma que el motivo es por pertenecer a otra cultura o raza.
Los insultos y las agresiones físicas son las formas más habituales de acoso, alrededor del 85% en ambos casos, seguidas de las diferentes formas de presión psicológica (aislamiento, exclusión y difusión de rumores) que sufre una de cada tres víctimas (32,2%).