Un niño como yo es el título de un cuento de Luísa Lobão Moniz publicado por editorial Mensajero que a través de la historia de Pablo, un niño de 10 años, recomienda a los menores de edad víctimas de malos tratos la ayuda del Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo.
El protagonista del cuento es Pablo, un niño infeliz y callado que se defiende de la vergüenza por los abusos sufridos desde el conflicto, las amenazas y negando siempre la realidad. Su conducta le conduce a la exclusión porque ningún niño quiere jugar con él. Precisamente, son sus compañeros de aula quienes expresan con sus palabras cómo es la convivencia en clase con Pablo: “Ya está dando patadas y amenazando”, “me gusta jugar con mis compañeros menos con Pablo porque se pasa el día amenazando y diciéndonos que nos va a pegar”, dice Marcos; “mañana diré que Pablo es malo y ya está”, dice Antonio.
Un día, Pablo conoce el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes a través de su maestra y en el 900 20 20 10 un psicólogo le escucha y le ayuda de manera gratuita y confidencial. Cuando el niño se siente apoyado, deja de avergonzarse y comparte su situación en la redacción: “Un niño como yo”.
La autora finaliza el cuento con la enumeración de derechos y deberes de los niños, las condiciones de vida que proporcionan su bienestar y felicidad: tener casa, buena alimentación, nombre y nacionalidad, ir al colegio, tiempo para jugar, buen ambiente en casa, tener salud, ser respetado, tener una educación, protección y auxilio, no trabajar y no sufrir malos tratos.