(Madrid, 27 de mayo de 2014).- Durante 2013 el Teléfono ANAR atendió -a través de los teléfonos de Ayuda a Niños y Adolescentes, del Adulto y la Familia y el de Niños Desaparecidos- un total de 423.136 llamadas, una media de más de 1.154 llamadas diarias, según datos del Informe presentado hoy por esta Fundación en su sede de Madrid.
A lo largo del año pasado, desde el Teléfono ANAR se realizaron 17.659 derivaciones de casos a recursos del ámbito jurídico y social y se pusieron en marcha 445 intervenciones urgentes ante la detección de situaciones de grave riesgo para la integridad de los menores de edad como son el maltrato físico o psicológico, el abandono o el abuso sexual.
La violencia en cualquiera de sus tipologías– maltrato físico y psicológico, acoso escolar, violencia de género, grooming, abuso sexual o abandono, entre otras- siguió siendo en 2013, por octavo año consecutivo, el principal motivo de consulta al Teléfono ANAR –una de cada tres llamadas-, así como al Email ANAR, otro canal de ayuda en el que se atendieron 1.035 correos en 2013.
Dentro de los casos de violencia que sufren los menores de edad en el ámbito familiar, se detecta un preocupante incremento de los casos de maltrato físico y psicológico que sufren los niños, niñas y jóvenes a manos de sus padres o padrastros. Representan el 17% de las llamadas atendidas en 2013 por el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo y el Teléfono del Adulto y la Familia, frente al 12,5% de las llamadas del año anterior.
“Creemos que una de las causas de este aumento de maltrato es la situación general de crisis, el desempleo y en general las dificultades económicas que atraviesan las familias, lo que agudiza la tensión en los hogares y aumenta la agresividad en el ámbito familiar”, asegura Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación ANAR.
También crecen de los casos de acoso escolar (bullying) atendidos por el Teléfono ANAR. Este tipo de violencia representa el 5,97% de las llamadas atendidas por ambas líneas frente al 4,70% de 2012.
Otro de los datos que destaca el Informe es que se mantiene la tendencia al alza de los casos de violencia de género en adolescentes atendidos por ANAR. En conjunto, estos casos representan el 2,73% de las llamadas atendidas en ambas líneas, frente al 1,98% de 2012.
“En muchos casos, la violencia de género contra las adolescentes está vinculada al control que ejercen los jóvenes sobre sus parejas a través de las nuevas tecnologías. Muchas adolescentes no tienen conciencia del problema. Además, consideran que la violencia es inevitable en las relaciones de pareja. Incluso pueden llegar a identificar un acoso o una agresión con amor, preocupación o interés en vez de verlo como un intento de dominio”, destaca Leticia Mata, directora del Teléfono ANAR.
523 llamadas relacionadas con ideaciones suicidas
Otra de las tendencias detectadas en el Teléfono ANAR durante el año pasado fue el aumento de llamadas, un total de 523, relacionadas con ideaciones suicidas es decir, aquellas en las que el adolescente afirma que ha pensado en la posibilidad de quitarse la vida como vía para escapar de su problema.
Se percibe también un incremento de las autolesiones entre los adolescentes. Así, en 2013 se atendieron 176 llamadas en las que se hace referencia a este asunto y desde el Teléfono ANAR se observa que parece haber una cierta predisposición entre los jóvenes con problemas a autolesionarse, a marcarse. Los motivos que han disparado estas lesiones son los problemas a la hora de relacionarse entre ellos o con sus familias, la baja autoestima, poca capacidad de resolución de conflictos o el rechazo de su imagen, entre otros.
“A través del dolor físico, los jóvenes atenúan el dolor psicológico, aliviando su malestar o miedo. Este tipo de comportamiento a corto plazo les crea la sensación de aliviar la ansiedad, pero a largo plazo les produce más daño, especialmente a su estima personal”, explica el director de Programas de ANAR, Benjamín Ballesteros.
Violencia contra los padres en el Teléfono del Adulto
Tras los problemas de violencia y las dudas de carácter jurídico o legal respecto al menor de edad en procesos como separaciones y divorcios, el tercer motivo de consulta al Teléfono del Adulto y la Familia, el 9,4% de los casos, son problemas de conducta en niños y adolescentes.
Sigue siendo una cifra muy elevada ya que es un fenómeno que en muchas ocasiones no llega a denunciarse y se queda en el ámbito privado de la familia.
A destacar, la disminución de la edad de los/as agresores; la mayor gravedad de la agresión, tanto a nivel físico como psicológico; la negación de los padres del fenómeno; que la víctima es principalmente la madre; y que el fenómeno se da en todas las clases sociales por igual.
Fugas y niños expulsados de sus casas
Durante 2013 – según datos del Informe presentado el pasado 17 de marzo- el Teléfono ANAR para Niños Desaparecidos 116 000 atendió un total de 229 casos de niños desaparecidos. Un menor de edad desaparecido puede haberse fugado, ser objeto de un secuestro parental, ser echado de casa, estar perdido, ser víctima de un secuestro criminal o tratarse de un inmigrante no acompañado.
Los principales motivos de desaparición de niños y adolescentes en España recogidos por el 116 000 son las fugas, que representan el 50,2% de los casos; los secuestros parentales, el 19,6%; y situaciones en las que los menores de edad han sido echados de casa, el 18,8%.
Perfil de los niños, niñas y adolescentes que llaman a ANAR
De las llamadas recibidas por el Teléfono ANAR de la Ayuda a Niños y Adolescentes, el 71,8% son chicas, frente al 28% de chicos. Sin embargo en el Teléfono del Adulto y la Familia, los porcentajes se igualan, lo que indica que los problemas se dan por igual en ambos sexos.
El 39,9% de los niños y los adolescentes que piden ayuda a ANAR viven con sus padres, y el 44,2% en familias mono parentales (de ellas el 27,6% con la madre). Cuando el niño o el adolescente acude al Teléfono ANAR identificamos también una serie de circunstancias problemáticas en el entorno familiar en el que está viviendo entre las que podemos destacar: en un 21,1% de los casos por ambas líneas de atención hay dificultades relevantes en las relaciones entre los miembros de la familia; en un 15,3% de los casos detectamos la presencia de violencia; en un 37,1% de los casos algún miembro de la familia diferente al menor llamante padece algún problema psicológico; en un 8,6 % la familia está inmersa en un proceso de separación o divorcio; y en un 6,5 % hay un problema de adicciones en la familia (generalmente en los propios padres).