Desde que se decretó el confinamiento, Fundación ANAR trabaja volcada en la atención a niños/as y adolescentes que se encuentran en situaciones de riesgo, en muchas ocasiones encerrados con su propio maltratador. Desde el 23 de marzo la fundación ha atendido 1.787 peticiones de ayuda, de las cuales, casi la mitad (49,1%), han sido por violencia. Los casos de maltrato intrafamiliar son los más frecuentes, sobre todo violencia doméstica (maltrato físico y psicológico), seguidos de violencia de género, abuso sexual, abandono e incluso las ideas e intentos de suicidio.
Para que estas situaciones dejen de permanecer ocultas y poder llegar a todos los menores de edad que necesitan ayuda, Fundación ANAR ha lanzado hoy “No son aplausos”, una potente campaña de sensibilización social y recaudación de fondos para frenar la curva del maltrato infantil.
“El lema de la campaña, ‘el confinamiento ha escondido cosas que nadie esperaría’, es una llamada de atención para hacernos mirar más allá de lo aparente. A partir de la escena cotidiana de los aplausos sanitarios, alertamos de una realidad que permanece invisible. La idea ‘esto que estás escuchando no es un aplauso’ alude al sonido de la de la violencia que han recibido en sus hogares miles de niños/as y adolescentes durante la pandemia y que, además, no ha parado de crecer según estamos detectando en nuestras Líneas de Ayuda”, explican desde ANAR.
ANAR quiere llegar con este mensaje también a todos los menores de edad que pueden ahora mismo estar sufriendo situaciones de peligro y pone a disposición su chat seguro y silencioso y la línea de teléfono 900 20 20 10, ambos abiertos las 24 horas todos los días del año.
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