La Fundación de Ayuda a Niños/as y Adolescentes en Riesgo, ANAR, ha participado en las I Jornadas Nacionales de Menores y Adolescencia organizadas por el Consejo General de la Abogacía Española durante los días 12 y 13 de septiembre en Cádiz, donde se ha demandado una asistencia legal integral y homogénea para los menores de edad de todo el país.
El acto ha contado con la presencia de Salvador González, presidente de la Abogacía; José Carlos Arias, presidente de la Subcomisión de Menores de la Abogacía; José Antonio Nieto, consejero de Justicia de la Junta de Andalucía; Rubén Pérez, secretario de Estado de Juventud e Infancia; José Adolfo Baturone, decano del Colegio de Cádiz, y Federico Fernández, presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados.
Durante la Jornada, varias mesas de debate han abordado cuestiones relacionadas con la violencia contra los menores de edad, los derechos de la infancia con discapacidad, el conflicto de ley o los desafíos existentes en el sistema de reforma juvenil.
Sonsoles Bartolomé, directora del Departamento Jurídico de las Líneas de Ayuda ANAR, ha formado parte de la mesa sobre ‘Derechos transversales de la infancia’, en la que ha hablado de la protección de los derechos digitales de los niños/as y adolescentes en las Líneas de Ayuda.
Bajo el lema ‘Protegiendo infancia, defendiendo derechos’, este encuentro ha tenido como objetivo la reclamación de políticas que doten al sistema público de Justicia de la capacidad de extender la atención integral a los menores de edad a todos los territorios, dotando de juzgados especializados a aquellos lugares todavía no existen. González ha pedido la creación de Turno de oficio especializados en menores allí donde todavía no se han creado.
El presidente de la Abogacía Española también hizo alusión al grave problema de los menores migrantes que está afrontando Canarias en lo que llevamos de año, así como a las alertas lanzadas por la Fiscalía General del Estado en su memoria del año pasado, en la que advierte sobre el creciente volumen de “problemas de conducta” entre los menores de edad y de su facilidad para acceder a todo tipo de estupefacientes.
En este sentido, se ha considerado la conveniencia de trabajar coordinadamente con instituciones como Fundación ANAR, ya que constituyen puertas de entrada y ayuda a los sistemas de protección, puesto que son los mismos menores de edad los que, a partir de los 14 años, contactan directamente con este tipo de asociaciones.