Durante la infancia y la adolescencia, los menores de edad se encuentran en un periodo de desarrollo donde se dan muchos cambios a nivel físico, psicológico, emocional, social y vivencial. Supone un periodo de transición entre la niñez y la vida adulta, siendo un periodo de cierta vulnerabilidad para el/la adolescente, que no cuenta con las herramientas suficientes para ser completamente autónomo e independiente.
En ANAR, a través de nuestro reciente “Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022)”, hemos recopilado una serie de recomendaciones para las madres y los padres porque sabemos que este periodo tampoco es fácil para ellos.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el suicidio es una de las primeras causas de muerte entre adolescentes. No todos los adolescentes llegan a tener una ideación suicida pero si se da el caso, es bueno tener en cuenta determinadas cuestiones.
Queremos ayudar a los padres a identificar determinados comportamientos o señales que puedan indicar que están pasando por un momento difícil y pueden estar teniendo ideación suicida: los cambios en el estado de ánimo y la conducta; el aislamiento social prolongado; el sueño inquieto, la falta de descanso y problemas de alimentación; los problemas de rendimiento y absentismo; y las autolesiones o intentos previos de suicidio, entre otros.
Es muy importante que ante una ideación suicida o signos de que pudiera haberla, no lo toméis a la ligera o penséis que “son cosas de adolescentes y que ya se le pasará”, ni tampoco reprendáis, ni os enfadéis puesto que su intención no es desafiar. Tener en cuenta que en este tipo de problemas la detección precoz puede evitar graves consecuencias.
Es necesario que dejéis que se exprese emocionalmente como necesite y que vosotros/as le deis una respuesta empática y comprensiva. No confrontar con la idea, ni minimizar la situación o el sentimiento. Acompañarle, acogerle y contenerle en estos momentos porque, aunque no lo exprese, necesita que le transmitáis seguridad.
En estos momentos, vuestro/a hijo/a necesita poder estar en un ambiente que le devuelva la estabilidad y tranquilidad que él mismo no tiene. Intentar evitar peleas familiares o momentos de tensión que puedan afianzarle la idea negativa del mundo que le rodea.
Buscar momentos de tranquilidad para hablar con vuestro/a hijo/a desde la serenidad y haciéndole ver que entendéis que está pasándolo mal y que vais a estar ahí siempre que os necesite. Prestadle atención pero no le interroguéis desde vuestra angustia. Tener presente que detrás de una ideación suicida hay otro problema que hay que solucionar.
Es necesario que tratéis de reducir el tiempo negociando con ella/el, no prohibir. Tenéis que saber que estar en contacto con páginas en las que aparecen chicos/as que han intentado el suicidio como manera de solucionar problemas, es perjudicial y puede aumentar la probabilidad de que lo haga.
Los padres/madres no podemos hacer de psicólogos/as con nuestros hijos/as por lo que debemos de buscar ayuda profesional. Cuando las situaciones nos desbordan o no sabemos cómo solucionarlas, hay que buscar ayuda experta. La intervención externa durante la crisis (psicoterapia de crisis) puede compensar el desequilibrio que se ha producido y llevar a la persona a un nuevo estado armónico.
Ayúdanos a que tu hijo/a conozca el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes 900 20 20 10. Está atendido por psicólogos, apoyados por trabajadores sociales y abogados. Atendemos las 24 horas, todos los días del año. Es una línea segura: anónima, confidencial y gratuita.
Tú como adulto, también puedes encontrar asesoramiento psicológico, social y jurídico en el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia 600 50 51 52.