Sabemos que muchas veces te has preparado muy bien un examen, y sin embargo los nervios te han jugado una mala pasada y hacen que lo suspendas. ¡Qué rabia da! Desde ANAR te vamos a ofrecer diez consejos para que no te vuelva a ocurrir.
Los exámenes son sólo una forma de poder transmitir lo aprendido. Lo importante es adquirir el conocimiento, pues una vez que lo has hecho, vas a poder plasmarlo si sigues estos breves consejos:
ANTES DEL EXAMEN:
Para evitar acumular materia y resuelve cada día las dudas que tengas con otros. Planifica el estudio y programa los contenidos que vas a estudiar cada día dejándote dos o tres días de comodín, en previsión de que no puedas cumplir el tiempo estimado. Recuerda que cada hora y media o dos horas debes hacer un descanso, y que en la programación es necesario dejar siempre tiempo para el ocio.
Dedícale también un tiempo a ordenar los apuntes y clasificarlos, eso te organizará la mente y te ayudará a potenciar la memoria.
Transforma el aprendizaje memorístico que no te servirá de nada en aprendizaje significativo, activo. Juega con los contenidos, discute con el texto, interpélalo, trata de visualizar en imágenes lo aprendido, subraya, haz tus propios esquemas y resúmenes, sobre todo hazte preguntas a ti mismo/a y trata de explicarte el tema como si tuvieras que enseñar a otro.
No hace falta que lo repases entero de nuevo, pero sí debes buscar las relaciones entre el anterior y el actual.
Si el examen va a ser verbal estudia en voz alta, si va a ser tipo test estudia haciéndote preguntas con varias opciones de respuesta etc. Realiza simulacros de examen.
Es importante que descanses bien la noche anterior al examen y duerme al menos 8 horas para potenciar la memoria a largo plazo.
Eso sólo servirá para ponerte nervioso/a y para dudar de lo que sabes.
EN EL EXAMEN:
Lee primero todas las preguntas y comienza por aquellas que sepas la respuesta con seguridad. Si hay algunas que no tienes claro dedícale más tiempo a la que supongan mayor puntuación. No olvides dejar unos minutos para repasar. Y si te falta tiempo para responder a alguna cuestión escribe las ideas básicas en un breve resumen para demostrar que conoces la respuesta.
Resume, desarrolla, define, calcula, expón las ideas principales etcétera. No es lo mismo un resumen que un desarrollo. ¡Y cuida la ortografía y la limpieza!
DESPUÉS DEL EXAMEN:
Es importante que valores el esfuerzo que has realizado y te felicites por ello. Si no ha sido así y has sacado una calificación menor de la que esperabas, no te rindas. Busca en qué has fallado para que te sirva en próximos exámenes y de esta manera irás aprendiendo poco a poco. De los errores, también se aprende.
Desde Fundación ANAR pedimos al Gobierno y las Administraciones Públicas que tramiten de urgencia una Ley Integral contra la Violencia a la Infancia y la Adolescencia que proteja a los menores de edad frente a todo tipo de violencia, incluido el acoso escolar. Puedes firmar haciendo clic aquí.
Ayúdanos a que tu hijo/a conozca el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes 900 20 20 10. Está atendido por psicólogos, apoyados por trabajadores sociales y abogados. Atendemos las 24 horas, todos los días del año. Es una línea segura: anónima, confidencial y gratuita.
Tú como adulto, también puedes encontrar asesoramiento psicológico, social y jurídico en el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia 600 50 51 52.