Nos referimos a acoso escolar cuando hablamos de situaciones basadas en la “desigualdad” entre el agresor y la víctima, en la que se establece una relación dominio-sumisión y podemos describirlo como: acciones, o conductas donde uno o más alumnos insultan, difaman, amenazan, chantajean, difunden rumores, pegan, roban, rompen cosas, ignoran o aíslan a otros de manera sistemática y prolongada en el tiempo. Estos actos producen en quien los sufre sentimientos de indefensión e inferioridad.
Para ello, te proponemos los siguientes consejos para prevenir y detectar a tiempo el acoso escolar:
Si tu hijo/a está sufriendo acoso escolar es posible que evita ir a clase, está más nervioso o retraído, presenta síntomas psicosomáticos (dolor de tripa, cefaleas, vómitos, insomnio…), su material escolar desaparece con frecuencia, si pierde el interés por los estudios o el rendimiento baja súbitamente.
Habla con él/ella sobre sus preocupaciones y sobre su vida en el día a día en el colegio, transmitiéndole tranquilidad. Si no actuamos serenamente los niños no se atreven a contar sus problemas por miedo a nuestra reacción y por evitar angustiarnos, y por tanto no podremos ayudarles.
Ponle algún ejemplo de tus dificultades y cómo has sabido resolverlas. Con ello, le estás demostrando dos importantes lecciones: que todos tenemos problemas, que no estamos solos y que necesitamos contarlo para buscar soluciones.
El valor que tiene ser único y transmítele que sus diferencias le hacen singular. Esfuérzate para que tu hijo se sienta muy valorado y querido, que tenga una visión sana de sí mismo/a y acepte sus defectos de manera realista.
Los centros escolares están obligados a implicarse y tomar medidas, deben actuar también ante casos de Ciberbullying aunque el acoso ocurra fuera del centro. Puedes pedir una reunión con el tutor/a de tu hijo/a para contarle la situación. Pondrán en marcha un protocolo de actuación en el que intervendrán: el tutor/a, orientador/a jefatura de estudios y dirección, para proteger a tu hijo/a ayudarle, fomentar relaciones sociales sanas y de igualdad, así como para trabajar con el alumno/a que esté acosando. Si el acoso está teniendo lugar a través de las Nuevas Tecnologías, existen grupos especializados de la Policía y Guardia Civil a los que se puede acudir para denunciar la situación.
Los centros que llevan a cabo este tipo de actividades, además de enseñar herramientas básicas para la vida, identifican situaciones que aún pueden prevenirse.
Cuando tu hijo/a esté triste, se enfade o esté frustrado, conecta con su emoción y enséñale a entender y superar su malestar.
Que no se pueden traspasar, ni en casa, ni fuera de ella y que los actos violentos tienen consecuencias para quien los hace. Asegúrate que tiene clara la diferencia entre “ser popular” (por ser agresivo o acosador) y ser aceptado y querido por los demás por su forma sana de relacionarse.
No defender a un compañero y acallar la situación, también implica formar parte del juego del acoso escolar y fortalecer la posición de poder del agresor. “Si te callas, ante el acoso a otro compañero, te conviertes en cómplice y en agresor pasivo”. Ayúdale a ser empático/a : “ponerse en el lugar de la víctima”. Reflexiona con tu hijo/a ¿Si alguien te acosara, cómo te sentirías.
No dejes que esta sea la manera en que logra sus objetivos, y muéstrale también a través de tu ejemplo como padre/madre, que las metas se alcanzan sin necesidad de ser violentos. Aprender a respetar a los demás es básico en cualquier relación de convivencia.
Desde Fundación ANAR pedimos al Gobierno y las Administraciones Públicas que tramiten de urgencia una Ley Integral contra la Violencia a la Infancia y la Adolescencia que proteja a los menores de edad frente a todo tipo de violencia, incluido el acoso escolar. Puedes firmar haciendo clic aquí.
Ayúdanos a que tu hijo/a conozca el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes 900 20 20 10. Está atendido por psicólogos, apoyados por trabajadores sociales y abogados. Atendemos las 24 horas, todos los días del año. Es una línea segura: anónima, confidencial y gratuita.
Tú como adulto, también puedes encontrar asesoramiento psicológico, social y jurídico en el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia 600 50 51 52.