Las Nuevas Tecnologías forman parte de nuestra vida diaria desde hace varios años. Las utilizamos para facilitarnos la vida y también para comunicarnos con los demás. Nos facilitan el trabajo y nos ayudan a encontrar información cuando lo necesitamos.
Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que las Nuevas Tecnologías entrañan peligros y riesgos que hay que conocer para protegeros a vosotros mismos y a vuestros familiares. Sobre todo a vuestros hijos/as.
Vuestros/as hijos/as viven el mundo de las Nuevas Tecnologías como propio. Han crecido sabiendo manejar ordenadores, móviles, tablets…y utilizan estos dispositivos casi a diario. Sin embargo, y sobre todo debido a la etapa evolutiva en que se encuentran, son especialmente vulnerables ante personas que buscan “engancharles” para sus fines.
Los distintos riesgos que vuestros/as hijos/as pueden correr al usar las Nuevas Tecnologías, pueden ser:
- SEXTING: Se trata de la difusión o publicación de contenidos de tipo sexual producidos por el/la propio/a remitente, que es el/la protagonista del contenido.
- GROOMING: Esta situación se da cuando un adulto contacta con un menor tratando de controlarle emocionalmente con la finalidad de satisfacerse sexualmente.
- CIBERACOSO: Es la intimidación psicológica hacia un menor a través de medios telemáticos (móvil, ordenador, trablet…). Puede ocurrir también entre menores y que sean los/as propios/as compañeros/as del centro escolar quienes lo hacen.
Es posible que vuestros/as hijos/as puedan llegar a sufrir alguna de estas situaciones mencionadas. Si es así, veréis en ellos/as señales como:
- Está más callado/a y serio/a que de costumbre y parece que estuviera constantemente pensando en algo concreto. Parece estar preocupado por algo.
- Se muestra temeroso y ansioso. Apenas se comunica con la familia y si se le pregunta si le ocurre algo, puede responder con evasivas.
- Trata de utilizar el ordenador o el móvil cuando está a solas y no lo hace en zonas comunes de la casa.
- Ha bajado su rendimiento. A pesar de pasar mucho tiempo en su habitación, sus notas no son buenas.
- Ha cambiado de hábitos sociales y pasa más tiempo en casa, aunque no compartiéndolo con la familia, sino tratando de aislarse.
Con el fin de prevenir situaciones como las mencionadas anteriormente, es importante que los padres tengáis en cuenta cuestiones como:
- El ordenador que utilicen vuestros/as hijos/as, debe estar en un lugar visible de la casa. Nunca en su habitación o en un lugar donde no podáis “echar un vistazo” a lo que está haciendo o con quién se está comunicando.
- Es necesario que los padres estéis al día del avance de las Nuevas Tecnologías y qué conocen y manejan vuestros/as hijos/as sobre ellas. De esta manera os acercaréis a su mundo y estaréis más cerca de ellos/as.
- Hacedles preguntas sobre lo que saben sobre comunicaciones en la Red, qué tipo de Redes Sociales manejan, si han conocido alguien nuevo…
- Podéis utilizar como medida de seguridad, y si el ordenador de vuestro/a hijo/a tiene web cam, poner una pegatina para taparla cuando se esté comunicando con sus amistades.
- Transmitidles que nunca deben dar datos suyos personales (nombre, apellidos, domicilio, edad, colegio al que acuden…) a nadie con quien se comuniquen a través de Internet. Esta persona puede estar haciéndose pasar por quien no es y engañarles. Y, por supuesto, nunca quedar para verse con nadie que haya conocido a través de la Red.
- Servid como ejemplo a la hora de comunicaros con vuestras amistades. Enseñadles que aunque la tecnología acorta distancias, nunca podrá sustituir la cercanía y riqueza que proporciona el contacto humano con los/as demás.
- Mostraos accesibles a vuestros/as hijos/as para que sepan que pueden recurrir a vosotros siempre que se encuentren ante dificultades.
- Enseñadles que cuando alguien esté extorsionándoles a través de la Red, tienen que decíroslo. Se trata de un delito que se puede y se debe denunciar. La edad penal está en 14 años y con esa edad o más, cualquier adolescente tiene que responder ante la ley si comete un delito. En ese caso, vosotros sois quienes debéis intervenir para protegerles porque sois sus responsables legales.
Si en algún momento os encontráis ante una situación en que vuestros/as hijos/as están sufriendo algún tipo de riesgo como los descritos anteriormente, debéis denunciarlo. Existen unidades especializadas de la Policía o la Guardia Civil que os ayudarán y emprenderán las acciones legales oportunas contra el extorsionador.