Ante los terribles atentados del pasado viernes 13 de noviembre en París, la Fundación ANAR elaboró el lunes 16 una serie de Consejos acerca de cómo tratar el tema con los menores de edad.
A continuación os ofrecemos las pautas para hablar con vuestros hijos sobre este tipo de trágicos sucesos.
Es importante dar una explicación adaptada a la edad del/a niño/a sobre lo que ha sucedido. Hacedlo con la mayor calma de la que seáis capaces y procurad transmitir cercanía y seguridad con vuestras palabras.
No cambiéis la realidad de lo que ha sucedido con la intención de protegerle. Es importante que le contéis la verdad, pero sin añadir dramatismo ni entrar en detalles que puedan dañar su sensibilidad.
En el momento en que estéis hablando con vuestro/a hijo/a, tratad de manteneros lo más serenos/as posible, pero no reprimáis vuestros sentimientos de tristeza y dolor. No pasa nada por mostrarse triste ante un suceso doloroso porque eso demostrará a vuestros/as hijos/as que sois humanos, pero es importante tratar de no desbordaros. Esto le ayudará también a él/ella a no reprimir los suyos y a mostrarse seguro haciéndolo.
Cuando hablamos sobre un suceso trágico o una catástrofe con nuestros/as hijos/as, es inevitable hablar de tristeza, dolor, rabia, impotencia… pero sin dejarse llevar por estos sentimientos. Esto ayudará a vuestro/a hijo/a a identificar cómo se siente él/ella y ponerle nombre. De esta manera aprenderá a identificar sus emociones y sentimientos y a manejarlos para que no sean éstos quienes le manejen a él/ella.
Cuando ocurren situaciones catastróficas e inesperadas es cuando nos damos cuenta que el ser humano es limitado y vulnerable. Sin embargo, tenemos la capacidad de remontar los momentos difíciles y seguir adelante a pesar de la tristeza y el dolor. Explicadle esto a vuestro/a hijo/a para que entienda que los seres humanos, a pesar de nuestras limitaciones, somos capaces de superar las adversidades y continuar nuestro camino.
Es posible que en un primer momento, cuando estéis hablando con ellos de lo que ha sucedido, no se les ocurran preguntas que pueden haceros más tarde, cuando hayan pensado sobre vuestra conversación. Mostraos entonces abiertos a responder sus dudas, tratando de ofrecer cuanta información tengáis a vuestro alcance adaptándola a su nivel de madurez.
En momentos en los que se ha producido una catástrofe colectiva, es importante hablar de lo necesario que es que las personas, afectados directamente o no, estemos unidas para apoyar a aquellos que lo necesitan dentro de nuestras posibilidades y según nuestros recursos. De esta manera también estás transmitiendo valores positivos como la solidaridad y la empatía.
Existen distintas creencias, religiones y valores que llevan al ser humano a actuar de una u otra manera. Todas las creencias son válidas a excepción de las que generan dolor en las personas. Sin embargo, a pesar que haya personas que buscan hacer daño, somos mayoría quienes buscamos la paz colectiva.
Cada niño/a puede tener sus propias reacciones ante un mismo suceso. Por eso es importante que los padres estéis pendientes de ellos/as en los días posteriores a hablar de la noticia para poder canalizar adecuadamente sus reacciones.
Si te surgen dudas respecto a las cuestiones que hemos planteado, puedes comunicarte con nosotros a través de nuestro servicio de Email ANAR, accediendo al mismo a través de nuestra página web (ww.anar.org), o bien llamando al Teléfono ANAR del Adulto y la Familia 600 50 51 52.
También puedes decirle a tus hijos/as que, si lo desean, se pueden comunicar con nosotros a través del Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes 900 20 20 10, que es gratuito, y del Email ANAR.
Todos nuestros servicios son confidenciales, funcionan 24 horas, todos los días de la semana y están atendidos por un equipo de profesionales (psicólogos, trabajadores sociales y abogados).