ANAR advierte que la violencia hacia los menores de edad se incrementó durante el confinamiento y alcanza ya casi el 50% de las peticiones de ayuda recibidas
La Fundación ANAR observó la necesidad de ofrecer un servicio silencioso que permitiese a los niños, niñas y adolescentes pedir ayuda en presencia de sus agresores sin ponerles en peligro. El Chat ANAR posee una tecnología que borra automáticamente la conversación en el lado de la víctima evitando poner en riesgo al menor de edad en caso de ser sorprendido por su agresor, por eso durante el confinamiento está resultado sumamente eficaz para ayudar a los menores de edad.
Ahora que los menores de 14 años pueden volver a salir, ANAR vuelve a abrir todas sus líneas de ayuda telefónica para seguir ayudándoles de forma totalmente segura.
La violencia en casa se incrementa durante los días de confinamiento
Durante el periodo del confinamiento (desde el 23 de marzo) el Chat/Email ANAR atendió un total de 1.441 peticiones de ayuda. La Fundación ANAR alerta que desde ese día el porcentaje de casos de violencia hacia los niños, niñas y adolescentes no ha dejado de crecer:
Casi la mitad de los casos atendidos por ANAR son ya por violencia padecida por los niños/as y adolescentes, pasando del 36,1% el día 23 de marzo a un 47,7% un mes y medio más tarde (3 de mayo).
A pesar de estar en un entorno supuestamente “seguro” los casos de maltrato intrafamiliar son los más frecuentes, sobre todo violencia doméstica (maltrato físico y psicológico), seguido de violencia de género que se produce en presencia de los menores de edad, casos muy graves de abuso sexual y abandono son las problemáticas más frecuentes.
Pero también la Fundación explica que los menores de edad también siguen padeciendo, aunque en mucha menor medida, agresiones extrafamiliares como ciberbullying y otras formas de ciberacoso que se producen en las redes sociales.
Ideación e intentos de suicidio se disparan
Los problemas psicológicos representan el 23,5% de las consultas realizadas. Entre ellas destacan la ansiedad, la tristeza, las ideas e intentos de sucedido y las autolesiones.
Además, ANAR señala que las ideas e intentos de suicidio es uno de los problemas que más se ha incrementado durante estos días de confinamiento pasando del 1,9% de media el último año pasando a un 8,3% durante estos días.
“Sin duda estos problemas psicológicos nos deben hacer pensar en el grado de desesperación con el que muchos niños/as y adolescentes están viviendo la violencia y la tensión padecida que, por desgracia, sienten sin posibilidad de escape o huida, por eso el Chat-ANAR es un aliado silencioso que nos está permitiendo llevar soluciones y esperanza a los que más lo necesitan”, describe Benjamín Ballesteros, Doctor en Psicología y Director de Programas de la Fundación ANAR.
Posibles causas del incremento de la violencia
Los expertos de ANAR explican que entre las causas más probables del aumento de la violencia en los hogares durante el confinamiento están:
- La frustración que produce el encierro se trasforma en agresividad sobre todo en personalidades violentas que vuelcan su ira sobre los más débiles (los menores de edad).
- La presión laboral y la incertidumbre económica (ERTEs, empresas que anuncian cierres, autónomos que no generan ingresos…) produce que muchas familias sientan amenazadas sus necesidades básicas de alimento o vivienda produciendo miedo, ansiedad y tensión en el ambiente familiar.
- Los problemas de relación familiar se agravan durante estos días en los que el roce es mayor y no hay posibilidad de relación física con otras personas que enriquecen las relaciones y generan un
- En la mayoría de las familias el espacio físico es reducido y está invadido (invasión del espacio vital) por otros miembros produciendo malestar y mayor conflictividad.
- Al no disponer de espacio físico suficiente se produce la pérdida de equilibrio de la relación entre mente y cuerpo, que es otro problema importante porque no se canaliza la tensión, ansiedad y frustración producidas durante el día a través del hábito saludable de hacer ejercicio físico.
- Demasiadas demandas y pocos recursos personales: La tensión producida por tener que atender el teletrabajo y cuidar de los hijos es otro foco de tensiones familiares que además se ve acrecentado por tener que ayudar a los hijos a realizar las tareas que están mandando desde el colegio. Algunos padres se ven superados sin saber cómo afrontar la situación produciéndoles estrés y ansiedad que también pagan con los que están a su alrededor.
- Abuso de alcohol: Muchas personas recuren al alcohol para calmarse durante estos días produciéndose un incremento del consumo de esta sustancia que aumenta la impulsividad y la agresividad en personalidades violentas, siendo un caldo de cultivo que promueve la violencia en el hogar.
- Personas queridas en riesgo de muerte o fallecimiento de un ser querido: muchas personas se ven enormemente preocupadas por el miedo a perder a un familiar o persona allegada que está gravemente enferma por el Covid-19 o se encuentran con el dolor de la pérdida de un ser querido del que no han podido despedirse. Estas situaciones producen un ambiente familiar de malestar, tristeza, ansiedad y tensión difíciles de gestionar para los afectados y que afectan a los menores de su entrono.
ANAR advierte de la necesidad de poner en el punto de mira a los menores de edad y pide que se doten las medidas necesarias para mitigar los efectos sociales del covid-19.
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