Hasta hace relativamente pocos años, estos trastornos se consideraban excepcionales. Sin embargo, en la actualidad cada vez es más frecuente conocer casos de niños/as y adolescentes que padecen Trastornos de la Alimentación. Por otro lado, cada vez son niños/as y jóvenes con menos edad quienes los padecen.
Los profesionales que estáis en contacto con niños/as y adolescentes (profesores, médicos de atención primaria y pediatras, principalmente), debéis conocer estos trastornos y saber identificarlos para así poder ayudar a quien lo padece y a su familia. El tratamiento de estas enfermedades tiene que ser multidisciplinar e incluir activamente a la familia del/la afectado/a.
Se caracteriza por una restricción en la ingesta calórica que el/la adolescente que la padece lleva a cabo de forma muy pautada, conociendo muy bien las calorías de todos y cada uno de los alimentos. Algunos signos característicos de estos/as chicos/a que pueden hacer sospechar un trastorno de este tipo son:
Se produce cuando la persona, obsesionada por adelgazar, ingiere con frecuencia grandes cantidades de alimentos, lo que representa para ella una contradicción y una sensación de pérdida de control, voluntad y Autoestima. Estos sentimientos intenta compensarlos con la provocación del vómito tras la ingesta. Los signos más significativos de la Bulimia Nerviosa son:
La prevención para tratar de evitar que los/as chicos/as caigan en este tipo de trastornos va encaminada, principalmente, a ayudarles a tener unos niveles aceptables de Autoestima. Por tanto, esta labor es abordable sobre todo por profesores/as, educadores/as, monitores/as de tiempo libre… y puede ir en la línea de:
Si el profesional que está en contacto con el/la menor tiene sospecha de que puede existir un trastorno de cualquiera de estos dos tipos, debe ponerlo en conocimiento de la familia y del/a propio/a chico/a para abordarlo de forma conjunta y coordinada con el resto de profesionales que deberán estar implicados (médicos, psicólogos y profesores), ya que es la única forma de enfrentarlo y encontrar el tratamiento adecuado en cada caso.
Si consideras que necesitas consultar sobre este tema con alguien que te pueda ayudar, puedes comunicarte con nosotros para buscar orientación y puedes hacerlo a través de nuestro servicio de Chat o Email ANAR
O llama al teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (900 20 20 10), que es gratuito, confidencial, funciona 24 horas todos los días de la semana y está atendido por un equipo de profesionales (psicólogos, trabajadores sociales y abogados).
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