Tras el convenio que se firmó el pasado mes de junio, a través del cual ambas entidades – Fundación ANAR y la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia – se unían para desarrollar un programa de voluntariado para atender a los niños y niñas que reciben asistencia y sus familiares, los voluntarios ya han llegado a los hospitales.
A través de talleres, cuentacuentos, magia y además un acompañamiento de «respiro» para familias que puedan tener algún problema para poder estar con sus hijos ingresados las 24 horas del día, los voluntarios de Fundación ANAR han formado parte del día a día de todos aquellos niños/as y adolescentes hospitalizados y se ha podido dar un respiro muy necesario a las familias que lo han necesitado, para afrontar otras situaciones cotidianas y disponer de unas horas de descanso físico y psicológico.
Este ofrecimiento se basa en ofrecer a las familias unas horas, por la mañana o por la tarde, ante escenarios en los que ambos padres trabajen, se agoten los días de permiso y no puedan coger vacaciones; tengan más hijos y necesiten atenderles, ir a buscarles al colegio; hacer la compra o algo tan sencillo y fundamental como salir un rato de las cuatro paredes de la habitación y de los pasillos del hospital e «ir a su casa a darse una ducha y descansar».
La delegada de la Fundación ANAR, Natalia Fernández, ha explicado que detrás de todo este proceso, está la Ley Nacional de Voluntariado, que remarca que recibirán formación conforme a la función que van a ejercer en su voluntariado.
Además, reciben en una segunda fase, formación específica del voluntariado enfocado en el ámbito hospitalario.
Laura Callejo, subdirectora de Enfermería del Hospital General y coordinadora de los proyectos con asociaciones y ONG, ha explicado que se trata de un acompañamiento, «nunca de una labor asistencial», acompañantes para «dar un respiro familiar», no se sustituye al profesional sanitario.
La responsable de este programa de ANAR en el Hospital de Segovia, Natalia Fernández, ha incidido en que para este voluntariado de acompañamiento, de respiro familiar, se ha buscado un perfil de personas jubiladas, que tienen más tiempo disponible en cualquier momento del día, mientras que para las actividades de la parte de entretenimiento es «un perfil más juvenil», que también puede participar en el acompañamiento.