Fundación ANAR ha elaborado un decálogo de pautas sobre cómo debe actuar la familia o el entorno de un menor de edad en situación de riesgo o desamparo.
Todos los días el Teléfono ANAR atiende una media de tres casos graves en los que es necesaria la intervención de Policía o Guardia Civil o servicios sociales.
Fundación ANAR a través del Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolares (600 50 51 52) y del Chat ANAR protege a los niños/as más pequeños (de 0-9 años) que no pueden llamar para pedir ayuda directamente.
Ante las trágicas noticias de los últimos días, Fundación ANAR considera fundamental divulgar cómo se debe actuar cuando se sospecha o se tiene información de que un menor de edad se encuentra en situación de riesgo o desamparo y qué recursos existen en estos casos.
Para ello, ha elaborado un ‘Decálogo’ explicando las pautas que deben seguirse, desde la familia o el entorno, para actuar rápidamente y poder evitar la situación de desprotección o riesgo.
Entre otras recomendaciones, Fundación ANAR insta a actuar con urgencia y no esperar: las primeras horas pueden ser decisivas para salvar la vida de un niño/a o evitar la exposición a una nueva situación de maltrato.
Además, Fundación ANAR recuerda la obligación legal que existe de no inhibirse ante casos de este tipo: “Todo adulto conocedor de una situación de riesgo a un menor de edad está obligado por ley a dar traslado a las autoridades competentes, además de prestar auxilio inmediato”, destaca Benjamín Ballesteros, director de programas de Fundación ANAR.
Fundación ANAR recibe todos los días una media de 1200 llamadas diarias. De ellas, al menos tres casos son muy graves y requieren de algún tipo de intervención.
Fundación ANAR a través del Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolares (600 50 51 52) y del Chat ANAR (accesible a través de su página web) protege a los niños/as más pequeños (de 0-9 años) que no pueden llamar para pedir ayuda directamente.
Existen tres niveles de actuación ante una llamada:
1. Orientación psicológica. Fundación ANAR ofrece orientación psicológica y busca conjuntamente con el menor de edad una solución a su problema, apoyándose en su entorno y figuras de referencia (padres, abuelos, resto de la familia, profesores, etc.)
2. Derivación. Cuando no es posible ni conveniente resolver el problema sin que intervenga un organismo, entidad o profesional. En estos casos, además de facilitar la orientación necesaria, se derivará a los recursos sociales, educativos, sanitarios, policiales y/o jurídicos procedentes en cada caso.
3. Intervención. Ante situaciones de riesgo grave donde el menor de edad carece de algún adulto de referencia que pueda o quiera ayudarle o cuando, aún no existiendo un riesgo grave, el menor de edad no cuenta con la capacidad suficiente para acudir por su cuenta al recurso que necesita. En estos casos, Fundación ANAR traslada la situación a los organismos o autoridades pertinentes y posteriormente hace un seguimiento del caso.
La Fundación ANAR tras 25 años de escucha y más de 5 millones de llamadas atendidas a través de sus Líneas de Ayuda (para menores de edad, sus familiares, y adultos de su entorno), es testigo diariamente de situaciones de alto riesgo en las que viven los niños y las niñas en su día a día, especialmente aquellos que por su temprana edad (de 0-9 años), no pueden pedir ayuda directamente.
La Fundación ANAR por medio de este decálogo, quiere explicar de forma clara a la ciudadanía cómo puede actuar rápidamente para salvar la vida de un niño/a.
1. Si sospechas, llámanos. Si conoces o sospechas de alguna situación en la que un menor de edad puede estar en desamparo, riesgo o emergencia, tu colaboración es fundamental. Llama al Teléfono ANAR o escribe al Chat ANAR.
2. No tengas miedo a contarlo. El Chat y el Teléfono ANAR son totalmente anónimos y confidenciales y están atendidos por un equipo de profesionales (orientadores psicólogos, apoyados por abogados y trabajadores sociales) especializados en infancia.
3. No esperes. Las primeras horas pueden ser decisivas para salvar la vida de un niño/a o evitar la exposición a una nueva situación de maltrato.
4. Recaba información. Es necesario que puedas recoger toda aquella información que nos permita identificar el riesgo real en el que se encuentra el menor de edad y, llegado el caso, poder trasladarlo a los organismos competentes y que actúen cuanto antes.
5. Recuerda que cada caso es único. Describe lo mejor que puedas la situación que padece el menor de edad. Esta información es determinante para identificar la emergencia y el riesgo concreto.
6. En caso de peligro inminente: Si observas que la integridad física del menor de edad está en peligro inminente, llama de forma urgente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Policías Autonómicas o al 112.
7. Si el menor de edad está contigo y a salvo pide ayuda inmediatamente. Sé consciente del peligro en el que se encuentra y no le expongas a regresar con su agresor.
8. Obligación legal de actuar. Ten en cuenta que todo adulto conocedor de una situación de riesgo a un menor de edad está obligado por ley a dar traslado a las autoridades competentes, además de prestar auxilio inmediato.
9. Si el menor de edad está en la calle, consigue que permanezca en un lugar público determinado (cafetería, tienda, etc.) hasta que la ayuda de los organismos competentes de su seguridad, se haga efectiva.
10. Ponte en su piel: Piensa que si tú eres adulto y tienes miedo a intervenir por las posibles represalias, imagínate cómo se puede sentir un niño/a, que es mucho más vulnerable.
Recuerda que a través del Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolar (600 50 51 52) y del Chat ANAR podemos proteger a los más pequeños (de 0-9 años) que no nos pueden llamar para pedir ayuda directamente.
Además, en el Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolar (600 50 51 52), atendemos las llamadas de cualquier adulto preocupado por la situación de un menor de edad independientemente de su edad (0-18 años).