Durante las últimas semanas el número de casos de jóvenes que han denunciado sufrir pinchazos de drogas de sumisión química se multiplican por toda la península. Este fenómeno tristemente viral consiste en pinchar a las mujeres en las discotecas con el aparente objetivo de someterlas químicamente. Desde ANAR queremos lanzar consejos para saber ante qué se enfrentan exactamente los jóvenes, cómo poder detectarlo y cómo proceder si te pasa.
La Sumisión Química puede definirse como la agresión sexual, robo, extorsión y/o maltrato, sufridos bajo la influencia de sustancias psicotrópicas. La sustancia puede administrarse de forma subrepticia o aprovechar sus efectos para cometer el delito, por cuanto la víctima ve disminuida su capacidad para identificar una situación de peligro o resistirse a la agresión.
Este nuevo método de sumisión química que ha aparecido en las últimas semanas lo sufren mientras se encuentran de fiesta y se conoce como: el pinchazo. Cada fin de semana aparecen nuevas denuncias de jóvenes que dicen haber notado un pinchazo en el brazo o en la pierna. Tras ello, comienzan a marearse y a perder cierta capacidad de decisión.
Si eres menor de edad o conoces a alguien que necesita ayuda psicológica, jurídica o social, puedes contar con nosotros.