El Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes 900 20 20 10 y el Teléfono ANAR del Adulto y la Familia 600 50 51 52 atendieron en 2016 un total de 2.971 llamadas relacionadas con ideación e intento de suicidio y autolesiones frente a las 1.838 recibidas el año anterior.
Todas esas llamadas atendidas por los profesionales de la Fundación ANAR dieron lugar a 1.158 casos, frente a los 704 del año anterior: 627 casos de ideación suicida o intento de suicidio y 531 casos de autolesiones en 2016.
“Desde ANAR nos vemos en la obligación de volver a alertar sobre este problema porque desgraciadamente, el fenómeno de la ideación suicida y las autolesiones sigue creciendo, en muchos casos alentado por contenidos a los que los menores de edad acceden libremente en la red. Se está produciendo un efecto llamada, con contenidos en los que se explican procedimientos para autolesionarse y suicidarse y en los que se justifican las causas para llevar a cabo estas actuaciones”, denuncia Benjamin Ballesteros, director de Programas de ANAR.
Sobre el perfil de los casos de intento de suicidio e ideación suicida atendidos por ANAR, se produjeron 441 de mujeres frente a 186 de hombres. 43 casos correspondieron a menores de 10 años.
“No todos los niños pueden ser víctimas de fenómenos como el de la Ballena Azul. Detrás de estos menores que caen en estos juegos siniestros suele haber situaciones problemáticas, no identificadas. Hay que estar atento al comportamiento de los niños, sin culpabilizar a los padres, e incidir en la prevención para evitar situaciones que acaben en suicidios”, resalta Diana Díaz, directora del Teléfono ANAR.
En cuanto a los casos de autolesiones atendidas por las líneas de ayuda de ANAR, 447 fueron chicas y 84 chicos. En 15 de los casos se trató de menores de 10 años.
Los profesionales de la Fundación ANAR recuerdan también que en muchas ocasiones detrás de las autolesiones hay experiencias traumáticas previas, episodios de acoso escolar o de maltrato familiar que se han hecho crónicos y se han agudizado.
“Tanto en el suicidio y la ideación suicida como en las autolesiones, cuando nos llaman es porque buscan nuestro apoyo. Y recibimos más llamadas de mujeres, que en general tienen más facilidad para pedir ayuda”, asegura Benjamín Ballesteros.
Desde ANAR se advierte que los cambios de conducta y de carácter repentino, mayor agresividad e impulsividad, problemas de rendimiento, tristeza, aislamiento social y comentarios o verbalizaciones negativos del menor de edad sobre sí mismo, su vida o su futuro pueden ser algunas señales que los padres pueden tener en cuenta. Ante estos comportamientos, la Fundación ANAR recomienda siempre hacer caso, porque aun cuando solo sea una llamada de atención, puede ser indicio de un problema que puede ir a más.
Asimismo, los profesionales de ANAR piden a los medios de comunicación que eviten hablar sobre procedimientos y causas que parezca que justifican el suicidio, para evitar el efecto contagio.
Los profesionales de ANAR han elaborado una guía con consejos preventivos ante la ideación suicida