Desde Mayo del 2003 la Fundación ANAR desarrolla programas de prevención y orientación familiar a madres y padres, dando respuesta a la demanda que familias y profesores hacían al Teléfono ANAR sobre las dificultades de convivencia y situaciones de riesgo.
Estos cursos y talleres contribuyen a la formación y sensibilización de toda la comunidad educativa –alumnos, profesores, padres- y realizan una importante labor de prevención de las problemáticas que se detectan en los centros escolares.
Hablamos con Ana Ramos, responsable del programa Escuela de Padres que la Fundación ANAR ha puesto en marcha en Colegios e Institutos de la Comunidad de Madrid, Valencia, Segovia, Ceuta y Melilla.
¿Cuáles son los programas que lleva a cabo ANAR en colegios e institutos y en qué consisten?
Realizamos Escuela para padres y madres y talleres para los alumnos en centros escolares. Desde el programa de escuelas de padres buscamos crear un espacio para que las familias puedan reflexionar sobre la tarea de educar a sus hijos y nosotros poder dar respuesta a sus preocupaciones.
Los temas que abordamos son: cómo educar en normas y poner límites a los hijos, cómo comunicarse y relacionarse en familia de forma adecuada, qué modelos son más positivos para la educación de los hijos, cómo prevenir y abordar situaciones de riesgo en la infancia y la adolescencia (redes sociales, acoso escolar, drogas y a alcohol, violencia de género, maltrato infantil), etc.
En los talleres para profesores y alumnos abordamos fundamentalmente temas relacionados con la convivencia entre compañeros como la prevención del acoso escolar, ciberacoso, el mal uso de las redes sociales y la violencia de género.
¿Cuál es la duración del programa en los centros? ¿Y quienes participan?
Los talleres que impartimos están dirigidos a padres, profesores y alumnos. Se realizan en centros escolares, durante el curso escolar a demanda de las AMPAS y de los orientadores de los centros escolares.
¿Qué tipo de actividades se realizan con los alumnos y comunidad educativa en general? ¿Cuáles son las características de las mismas?
Son talleres participativos y dinámicos. Queremos que sean un espacio para debatir, escuchar y dar respuestas a sus problemas. En estos talleres queremos favorecer la empatía y el respeto entre padres e hijos, entre los propios alumnos y entre alumnos y profesores. Vivimos en una sociedad que educa en el egocentrismo, y para la convivencia es necesario tener en cuenta al otro.
¿Qué aporta a la comunidad educativa este tipo de actividades formativas?
La sociedad actual es diferente de la de hace 20, 30 o 40 años, las pautas de crianza han cambiado y la familia como institución también es diferente. Nos encontramos con padres y profesores, “sobradamente preparados”, pero inseguros. El cambio de roles dentro de la familia, la incorporación de las mujer al trabajo, la mayor participación del hombre en la educación de los hijos, la crisis de los modelo de autoridad, y la invasión social de los medios de comunicación han generado nuevos conflictos que es necesario abordar desde nuevas perspectiva tanto desde la familia y como desde los centros escolares. En la escuela de padres y en los talleres con profesores y alumnos queremos escucharles y ayudarles a abordar aquellos temas que más les preocupan y que no saben cómo manejar.
¿Cuáles son las principales problemáticas que se abordan en las sesiones de formación? ¿Cómo se detectan?
Los desacuerdos en el núcleo familiar, la falta de tiempo para conciliar la vida familiar y laboral, las dificultades para transmitir las normas y los limites a los hijos, la violencia estructural, la influencia de las redes sociales, las formas de ocio, la motivación para el estudio, y cómo abordar las responsabilidades con los hijos, son algunos de los temas que a más les preocupan.
En los centros escolares las principales problemáticas que observamos y que abordamos en nuestro trabajo con profesores y alumnos son las dificultades de los profesores con el ejercicio de la autoridad, la desmotivación y la falta de responsabilidades de los alumnos, la baja tolerancia a la frustración, la soledad, la falta de respeto y los problemas de relación.
Además de las jornadas formativas y preventivas ¿Se tratan y orientan casos particulares en cada centro?
En cada charla y sesión que impartimos se les facilita el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes para que puedan pedir ayudar o orientación ante cualquier duda, problema o dificultad personal o relacional.
Los orientadores de los centros y los tutores nos tienen a su disposición para orientarles y ayudarles aquellos temas que les preocupen con respecto a los alumnos y a sus familias.
¿Qué valores se implican en los talleres educativos?
El respeto y la responsabilidad social son valores fundamentales para favorecer las relaciones y la convivencia, así como la empatía, la solidaridad, la ayuda mutua. Los niños necesitan el ejemplo de adultos de referencia, por eso es muy importante la coherencia entre lo que se transmite desde la familia y lo que se enseña en la escuela. Es necesario caminar juntos, padres y profesionales en la misma dirección.
¿Cuál es el perfil del facilitador que imparte los talleres educativos? (profesores, psicólogos…)
Las personas que imparten los talleres son psicólogos expertos en intervención con infancia y adolescencia y con experiencia en el manejo de grupos. En los colegios colaboramos con profesores, orientadores y tutores para que entre todos adecuemos las actividades y talleres que realizamos a las necesidades del grupo con el que vamos a trabajar.
¿Cómo se hace la evaluación final y se mide el impacto del programa?
Desde el Departamento de Educación realizamos seguimiento de todas nuestras actuaciones e intentamos dar continuidad a nuestros programas. Nuestro objetivo es llegar a aquellos centros en donde hay una población más vulnerable y con menos recursos personales y sociales.
Para evaluar el programa utilizamos cuestionarios, entrevistas con tutores y orientadores, recogida de información a través de comentarios e intercambio de opinión de los padres, profesores, y alumnos que participan en los programas.