Una buena medida para prevenir que nuestros hijos/as se puedan fugar de casa, es abrir el diálogo. Así les facilitarás que compartan sus problemas y liberen tensión emocional, no teniendo que recurrir a soluciones extremas, como son las fugas. Demos importancia a su día a día y a sus avisos previos de”querer marcharse” o huir, para poner solución cuanto antes.
En verano y ante la convivencia más próxima, pueden aumentar las tensiones familiares y el vínculo puede verse afectado. Si nuestro hijo/a no encuentra en su familia el sentido de pertenencia, puede buscarlo fuera, en otros grupos, bandas,…y eso puede conllevar riesgos adicionales.
Si vuestro hijo/a se pierde, es necesario que desde edades tempranas sepa recordar sus datos identificativos: nombre completo, dirección de casa, teléfono de casa y el Teléfono 116000 para niños/as desaparecidos. No importa el lugar de Europa donde se pueda perder, porque trabajamos en red con todos los países de la Unión Europea.
Si veraneamos en una playa o estamos en un recinto grande y nuestros hijos/as son muy pequeños, es importante colocar en su muñeca una pulsera con su nombre y el teléfono de su padre/madre para que puedan llamaros si se extravían y alguna persona les localiza. Esta práctica sencilla permite agilizar el retorno de nuestros hijos/as en caso de pérdida.
Cuando estemos en recintos grandes: pautaremos con nuestros hijos/as quedar siempre en un punto de encuentro identificado. Por ejemplo, la entrada del parque temático donde existe un cartel de señalización. Los menores de edad deben saber que pueden pedir ayuda si se encuentran perdidos. Existen en los recintos puntos de información con personas responsables que les podrán atender, o en las playas las casetas de salvamento.
Habla con tus hijos/as para que entiendan que no deben nunca acompañar a personas que no conocen o quieran ganarse su confianza con regalos, chucherías o mascotas. Si un extraño les pide que le acompañen, que quiere enseñarles algo, deben conocer los límites y saber decir que NO a menos que lo hayan autorizado sus padres.
Explica a tus hijos/as que si identifican una situación incómoda con un adulto y quieren escapar, deben tratar de llamar la atención de otras personas a fin de evitar que ocurra un suceso desagradable: enséñales a gritar socorro y salir corriendo buscando ayuda de otros adultos.
Ante separaciones, cuando existen sospechas de que el otro progenitor puede querer secuestrar a vuestro hijo/a o sacarlo de su localidad o país sin tu autorización, ponte en manos de un abogado especializado e inicia cuanto antes los trámites necesarios para obtener unas medidas paternofiliales aprobadas judicialmente. Conseguir un acuerdo común favorable para ambos progenitores evita riesgos. Para alcanzar acuerdos, también es recomendable acudir a un servicio de mediación familiar donde distintos profesionales pueden ayudarnos.
Consulta nuestra web para ver indicadores de riesgo: (https://116000.anar.org/wp-content/uploads/2017/05/guia-de-prevencion-de-secuestros-parentales.pdf).
Pon en conocimiento de las personas del entorno más cercano del menor tu miedo o sospecha de la sustracción de tus hijos/as (dirección de la guardería o colegio, personas de servicio de la casa, trabajador social, pediatra, familiares, etc.), con el objeto de que puedan permanecer vigilantes de esta circunstancia y avisarte ante movimientos llamativos.
Por si lo pueda necesitar, intente guardar en lugar seguro la siguiente documentación: Una descripción completa de su hijo/a (color de pelo, ojos, estatura, peso, uso de gafas, cicatrices, ortodoncia, etc.), DNI y pasaporte del menor de edad si los tuviera, fotografía actual (con la fecha que se tomó), certificado de nacimiento y de empadronamiento. En caso de bebés o niños/as de corta edad, considerar la posibilidad de recoger una muestra de ADN de su hijo/a, serviría un cepillo de dientes o unos cabellos arrancados de raíz y guardados en una bolsa de plástico sellada.
Si tiene usted indicios claros de que se va a proceder a la sustracción, con el apoyo de su abogado, solicite ante el Juzgado las medidas cautelares necesarias, al amparo del art. 158 del Código Civil, para impedir que su hijo/a sea sustraído por el otro progenitor. Si el juez valora la existencia de un riesgo de sustracción parental, podrá dictar medidas, por ej.: cierre de fronteras.
Si conoces algún caso de un menor de edad desaparecido, no dudes en llamar al Teléfono ANAR 116 000 para casos de niños/as desaparecidos. Encontraréis un equipo de expertos especializados en desaparecidos (psicólogos, abogados, trabajadores sociales), de manera confidencial, gratuita, 24 horas, todos los días del año.
El propósito fundamental es ayudar a los niños/as y adolescentes y a sus familiares proporcionándoles orientación, apoyo y acompañamiento en los casos de desaparición de un menor de edad. Sus principales funciones son:
Además de estos consejos para padres y madres, ANAR ha lanzado una campaña en Tik Tok dirigida a los menores de edad, para enseñarles a cómo actuar ante situaciones de riesgo y prevenir desapariciones.
Esta campaña de prevención forma parte de una iniciativa europea para reducir el número de desapariciones de menores de edad durante los meses de verano, promovida por Missing Children Europe, la plataforma que reúne a todas las líneas 116 000 de la UE y de la que forma parte FUNDACIÓN ANAR.